YA SE COMIENZAN A VER LOS PRIMEROS PROBLEMAS PARA TRUMP EN LAS DEPORTACIONES MASIVAS
El gobierno de Donald Trump enfrentará dificultades legales, de recursos humanos e infraestructura para implementar el plan de deportación masiva de los 11 millones de migrantes irregulares que viven y trabajan en Estados Unidos y que ha prometido desde la campaña electoral.
Analistas advierten que aunque el próximo 20 de enero, cuando el político republicano llegue por segunda vez a la Casa Blanca y firme órdenes ejecutivas para pedir la salida de los extranjeros no autorizados en su territorio, enfrentará varios obstáculos para poder llevar sus planes a cabo.
“El plan no es realista porque no tenemos suficientes recursos, suficiente personal y no tenemos el suficiente espacio para deportar a la gente, al nivel de los 11 millones, de 12 millones de gente que está en los Estados Unidos sin documentos”, afirma Manuel Pastor, catedrático de Sociología y Estudios Americanos y Etnicidad en la Universidad del Sur de California (USC).
No obstante, los analistas advierten que sí se podría repatriar a 1 o 2 millones de extranjeros en toda su administración, que serían casi el doble de los que hizo en su primer mandato (2016-2020) donde también prometió deportar a "millones" de inmigrantes.
De acuerdo con datos de el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), durante los cuatro años de la administración Trump se expulsaron a 935,346 inmigrantes.
En su camino a la Presidencia de Estados Unidos, Trump radicalizó su discurso antiinmigrante y propuso implementar un plan masivo a partir del 20 de enero. El día 1 de su administración se prevé que firme alrededor de 20 órdenes ejecutivas, entre ellas, para revertir políticas fronterizas “permisivas” de la gestión de Joe Biden, iniciar con la deportación masiva de migrantes y para retomar la construcción del muro fronterizo.
“En el día 1, lanzaré el programa de deportación más grande en la historia de Estados Unidos para sacar a los criminales. Rescataré cada ciudad y pueblo que ha sido invadido y conquistado, y pondremos a estos criminales viciosos y sedientos de sangre en la cárcel, luego los sacaremos de nuestro país lo más rápido posible”, dijo Trump al anunciar sus primeras acciones como presidente de Estados Unidos.
Sin embargo, del dicho al hecho, podrían haber varios obstáculos.
1. El costo económico del plan:
“No es una cuestión de un precio. No es, realmente, no tenemos opción. Cuando la gente ha matado y asesinado, cuando los señores de la droga han destruido países, y ahora van a regresar a esos países porque no se van a quedar aquí. No hay precio”, dijo Trump en una entrevista con el medio de comunicación a NBC News.
De acuerdo con el informe "Mass Deportation: Devastating Costs to America, Its Budget and Economy” , realizado por el Consejo Americano de Inmigración, deportar a 1 millón de inmigrantes por año supondría un costo anual de 88,000 millones de dólares.
2. Sin suficiente infraestructura y personal:
La infraestructura también será un desafío pues en Estados Unidos no se cuentan con los espacios suficientes para alojar a los migrantes mientras se procesa su salida del país.
Previo a dejar su cargo como embajador Ken Salazar reconoció que si bien las amenazas de deportación generan temor, Estados Unidos tiene un sistema migratorio quebrado desde hace varios cuatrienios.
“Hay mucho miedo por las amenazas que se hacen, pero la realidad es que el sistema de migración de Estados Unidos está quebrado desde hace muchos años, con el presidente Bush, el presidente Obama, el presidente Trump, el presidente Biden y no ha habido una solución”, aseguró.
3. El factor económico:
Las posibles afectaciones a la economía estadounidense en caso de deportar a los migrantes, serán otro obstáculo para que ejecute su plan.
"Sacar una parte de la fuerza laboral muy importante importante puede amenazar la economía y con eso él puede crear una frustración y una oposición por parte de las corporaciones, de los negocios y también de los sindicatos", plantea el catedrático de la Universidad del Sur de California.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha destacado la importancia de los trabajadores mexicanos en EU: sin ellos, los estadounidenses no comerían.
“Nosotros siempre vamos a defender que las y los mexicanos que contribuyen a la economía de Estados Unidos, igual que contribuyen a la economía de México. Y que cada trabajo que hacen, desde el trabajo en el campo, siete de cada 10 trabajadores agrícolas, o son mexicanos nacidos en México, o son de segunda generación de mexicanos que se fueron en otro momento. Es decir, no comería Estados Unidos si no fuera por las y los trabajadores del campo mexicanos", dijo el 4 de diciembre pasado en su conferencia matutina.
4. Batalla legal interminable:
El aspecto legal también será un obstáculo para la gestión del republicano pues varios de los miles de migrantes ya se asesoran con abogados sobre cómo evitar que sean deportados.
“Por más que desee sacar a mucha gente le va a costar mucho trabajo porque muchos se van a defender legalmente, habrá una batalla legal masiva”, asegura Javier Urbano, profesor e investigador del Departamento de Estudios Internacionales en la Universidad Iberoamericana.
El sistema judicial de inmigración tiene retrasos, ello a que en el país menos de 1,000 jueces son quienes deciden el futuro de miles de migrantes lo que ha provocado un rezago de alrededor de 3 millones de casos.
“El número de personas arrestadas por ICE rebasa con mucho la capacidad de los centros de detención y de las cortes de migración. A principios de 2018 había más de 41,000 personas detenidas en esos centros, mientras que las cortes de migración tienen rezago de cerca de tres millones de casos de extranjeros”, revela el artículo ‘La política migratoria de Trump: antecedentes y consecuencias para los migrantes mexicanos y sus comunidades’ elaborado por la UNAM.
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